viernes, 16 de abril de 2010

Aeropuertos



Este finde nublado y otoñal, va a ser sinónimo de ideas frustradas, ni siquiera el chinguirito parece probable con este cielo estilo atlántico.Finalmente no nos fuimos a ningún sitio. Agradezco la brillante idea de no haber cogido un avión a Londres, que si veis en la anterior entrada es algo que me plantee para este fin de semana. Espeluznantes las imagenes de la columna de humo del volcán Islandés , y mas aun las de las columnas de viajeros tirados en todos los aeropuertos de Europa.


Es increíble como cuando dice la naturaleza que no es que no. Ya puede decir el hombre misa.

Yo por mi parte , menos una vez que me quede en el aeropuerto de Dublin a causa de una genuina niebla británica en el aeropuerto de destino, el John Lennon de Liverpool, la verdad he tenido suerte para estas cosas, como antes de ayer, que decidí no comprar ese billete, no se por que.


Aquella vez fue desagradable, pero tuve la suerte de compartirla con un buen compañero de viaje, y con un excelente embutido salmantino, lo cual edulcoro el dormir en un cajero automático, y el no tener un duro. En fin, historias de mochileros.


Algunas veces, me he visto envuelto en magníficos retrasos, debido a...¿Quien sabe que?, en Tunisia por ejemplo estuve 4 horas en el Aeropuerto, esperando a un avión que empecé a pensar que no iba a llegar nunca. En Madrid, cogiendo el vuelo a Santiago de Chile (13h) estuvimos esperando mas de una hora ¡a que el pasaje se acomodara!, una ineficiencia que no he vuelto a ver otra vez, una hora:"Señor sientese, Señora apague el móvil; joven no beba whisky (Aun); señora, no, no se puede entrar al aseo (aun)..."


Otras veces los horarios te castigan: En Sardegna el vuelo de regreso salia a las 6 de la mañana y tenia que devolver el vehículo de alquiler a las 5.15 am, eso me impidió pegar ojo en toda la noche, que por otra parte nos disponiamos a pasar comodamente en los bancos del Aeropuerto de Cagliari. Un ojo en los trabajadores del servicio de limpieza (Parecían que iban a limpiar , pero la cartera), otro en las pantallas...

La mayoría de las ocasiones es la estulticia ajena la que te hace pasar un mal rato como: Aena te cambia la pantalla, y estas una hora esperando tras la cola que no es, y cuando te das cuenta que de los que hay delante tuyo, no hay ni uno que hable Danés, sino Francés, y tu vas a Dinamarca, y que todos lo rubios de la cola de al lado han desaparecido, te toca pegarte la gran carrera, para que no se te escape, ese baratisimo vuelo, a ese acogedorcisimo país.

De vez en cuando, también es uno mismo el que se lía con los pasillos, al que le da una urgencia, o al que se le va el santo al cielo... Y termina pareciendo Usain Bolt por los pasillos, de lo cual son testigos varios aeropuertos del mundo, aunque mi preferido es el de Dublin, con mi buen Andrés.


Pero, mejor no hablar mucho de mi escenario favorito, pelearte con los de seguridad, cuando ya llegas tarde: "Quitese los zapatos", "Quitese el cinturon", "Quitese la chaqueta", "¿Lleva usted armas en su equipaje de mano?", "¿Es usted terrorista?, En caso de respuesta afirmativa, ¿islamista o Nacionalista Vasco?". ¡Quien coño reponderia afirmativamente!, ¡Y para que me tengo que quitar los zapatos!.

Los aeropuertos, son parte integrante de cualquier viaje, pero pueden resultar terribles, aunque aun habrá alguien que diga, que no , que a el le gustan. Una cosa es que te guste viajar y otra que te guste eso. Es como al que le gusta conducir y dice que le gusta hacerlo por la ciudad.

En fin, que sea leve para los afectados, y sobre todo, visto lo visto que sea breve.

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