sábado, 17 de julio de 2010

A toda costa


Sabéis que me encanta el mar, las playas y la vida chancletera. Mis viajes muchas veces se convierten en una incesante búsqueda de la ola, aunque no me parezco en lo mas mínimo a Keanu Reeves en "Le llamaban Body".

El viernes Greenpeace ha publicado un informe sobre la situación de las costas españolas, y es espeluznante.

 Ya sabemos que los veranos españoles no tienen glamour pero a parte de carecer elegancia resultan muy destructivos para el entorno. Desde muy pequeñito cuando veraneaba en la que siempre fue para mi "Mi playa" en Isla Plana , entre Cartagena y Mazarron, me mosqueaba que fueran construyendo horribles edificios y fastuosas casas donde antes solo habia pinos y jara.
Yo no sabia nada, pero si tenia claro que prefería los tiempos donde los que pescaban pulpos eran mis primos y mi hermano, antes que en lo que veía que se convertía mi playa: Una sucesión de cuerpos amontonados y chiquilleria chillona. Esto hubiera sido tolerable si cada familia no hubiera sido acompañada por toneladas de ladrillo, cemento y basura.
Básicamente el informe de Greenpeace dice que el incremento de urbanizacion ha cuadruplicado al de población en la zona costera en los últimos diez años.
Se que es cierto porque lo que empecé a atisbar en mi infancia lo vi recreado con alevosía en mi ultima etapa profesional.
Una de cada tres viviendas construidas en Murcia van ligadas a un campo de Golf.  Participe´ del festín y recuerdo los días en que decía: "En Murcia hay trabajo de sobra", era consciente de que en el fondo traicionaba mi ideología, mis principios y que un poco, me vendía. Luego pasado el tiempo y después de hablar conmigo mismo, creo que simplemente me arrollo una ola, una vez mas. Esa ola me trajo donde estoy ahora y me permitio alimentarme decentemente. 
Veo el vídeo de Greenpeace y me recome la conciencia, yo solo solucionaba problemas a guiris perdidos, pero fui parte del juego que destruye mi país, y del gigantesco engaño que lo llevo a la crisis en la que esta inmerso. 
De la crisis solo saldremos optimizando nuestro mejor recurso: El turismo.
Los turistas hoy huyen de las aglomeraciones de Benidorm y La Manga.
Las agencias les crean necesidades exóticas con mayor margen comercial(Túnez, Turquía, Tailandia, Punta Cana...), y nosotros les ofrecemos lo anticomercial (Torrevieja, Gandia, La Torre...).
Debemos vender excelencia: "usted puede ir Sidi Bou Masquis , pero como aquí no disfrutara en ninguna parte" y eso lo conseguiremos cuando cambiemos el chip: cuando una playa sea un lujo y no un pequeño tostadero-vertedero, un chiringuito una tradición y no algo a erradicar, una fritura una delicatessen  y no una cutrez de dominguero y nos dejemos de proyectos cortoplacistas y diseñados para ganar dinero a toda costa , para convertirnos en una costa azul donde de verdad va el dinero y el verano tenga glamur.

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